La carta hace referencia al Pleno en el que no se debatieron, porque la Mesa las tumbó previamente, las mociones que IU y PSOE habían presentado para que la Cámara Baja reprochara las mentiras que, a su juicio, ha vertido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre el ‘caso Bárcenas’ en sede parlamentaria.

En su misiva, Llamazares solicita un informe “acerca de los precedentes en la Cámara Baja que limitan los derechos de los diputados, en concreto, el derecho da la palabra en defensa o crítica de las iniciativas presentadas, de acuerdo con el orden, la cortesía y la disciplina parlamentaria y el papel de calificación de los escritos, así como de dirección de los debates por parte de la Mesa” y su Presidencia.

“El motivo de esta petición es la preocupación y la alarma ante la cada vez mayor intromisión de la mesa y la Presidencia en la labor de los parlamentarios, y más en concreto, en sus iniciativas y en la defensa o crítica de las mismas en el Pleno del Congreso de los Diputados”, alega Llamazares.

Este diputado de IU denuncia que “es cada vez mayor el número de asuntos sobre los que la Mesa veta la tramitación de iniciativas parlamentarias, sustituyendo el debate político por razones como el interés general o la inexistencia de procedimiento para la reprobación del Presidente del Gobierno”.

Además, destaca que “se incrementan de forma alarmante las llamadas a la cuestión a los diputados por parte de la Presidencia, interrumpiendo las exposiciones o directamente mediante la llamada al orden, e incluso con la retirada de la palabra al diputado”.

“Estas llamadas a atenerse a la cuestión son también cada vez de un espectro más amplio: Desde el contenido a la forma de exposición con la imposición de un lenguaje políticamente correcto que va más allá del decoro llegando a la cursilería”.

En una rueda de prensa celebrada hoy, el también portavoz de Izquierda Abiertta señaló que la presente se está convirtiendo en una “legislatura de excepción” en la que la Mesa de la Cámara Baja se está convirtiendo en un “órgano censor”, porque el PP “tiene la mayoría absoluta y la ejerce con mano de hierro”.