Los cuatro acusados, que supuestamente formaban un grupo de apoyo a ETA desde la “kale borroka”, son Estebe Gandiaga, Borja Oregui, Unai Arequistain y Mikel Onko, que en el momento de los hechos, en marzo de 2006, tenían entre 18 y 24 años.

El fiscal encargado del caso, Pedro Martínez, pide para cada uno de ellos cinco años de prisión y una multa de 8.640 euros, al acusarles de un delito de daños terroristas.

El representante del Ministerio Público sostiene que, en la madrugada del 8 de marzo de 2006, los acusados rompieron las puertas de acceso del Ayuntamiento de Markina (Vizcaya) y entraron en las dependencias del Consistorio.

Una vez en el interior, Onko roció con gasolina una máquina limpiadora y un remolque de transporte de mercancías y Gandiaga les prendió fuego. Posteriormente, los acusados volcaron varios botes de pintura sobre unas furgonetas y dos máquinas barredoras y realizaron varias pintadas en las paredes exteriores del depósito municipal.

Mientras Onko y Gandiaga llevaban a cabo los actos de vandalismo dentro de la sede del Ayuntamiento, los acusados Oregui y Aresquistain se quedaron en el exterior vigilando la zona.

Según el escrito de acusación del fiscal Martínez, estas acciones vandálicas se enmarcan dentro del ámbito de la “kale borroka” o terrorismo callejero y con ellas los acusados pretendían apoyar “los postulados violentos” de ETA.

El representante del Ministerio Público también sostiene que Arequistain, Oregui, Onko y Gandiaga formaban, junto con otras personas sin identificar, un “talde Y” de ETA, un grupo “de apoyo a la estrategia de hostigamiento social” a los objetivos marcados por la banda terrorista.

Además de los cinco años de prisión, el fiscal pide que los cuatro acusados indemnicen de forma conjunta al Ayuntamiento de Markina hasta saldar el coste de todos los desperfectos, valorados en 37.719 euros.