En una nota de prensa, el Gobierno gibraltareño calificó de "muy grave la campaña de hostilidad en contra de Gibraltar y su pueblo que se está llevando a cabo en España", y que atribuye a "una serie de acusaciones falsas e irresponsables realizadas por ministros y altos cargos del Estado español", luego "exageradas por ciertos sectores de la prensa española, dando lugar a un clima de odio en contra de Gibraltar".

El Gobierno del Peñón se hace eco de "una obra de teatro escolar en la que un grupo de alumnos mostraban simbólicamente como capturaban Gibraltar y mataban a sus habitantes", que considera "reflejo de la actitud negativa que se ha ido fomentando en España en contra de Gibraltar como consecuencia de las acciones y declaraciones de su gobierno·.

La nota también hace mención a "ataques contra vehículos con matrícula de Gibraltar", que "han sido dañados e incendiados al otro lado de la frontera" y a que "muchas personas han sufrido insultos y vejaciones por el mero hecho de ser gibraltareños".

Gibraltar concluye que "estas reacciones son responsabilidad del Gobierno español, que es el principal responsable de las consecuencias de sus declaraciones", y le insta a "rechazar y condenar de manera pública" el video de la obra de teatro escolar y "los demás actos de agresión, hostilidad y difamación que ha sufrido el pueblo de Gibraltar".

En el cruce de declaraciones que ha jalonado la polémica de este verano en torno al arrecife artificial que pretende construir el Gobierno gibraltareño, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, dijo por ejemplo que con Gibraltar se había acabado "el recreo de 300 años".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros miembros del mismo, han denunciado también en varias ocasiones casos de contrabando, evasión fiscal e incumplimiento de la normativa medioambiental con la supuesta aquiescencia o connivencia de las autoridades del Peñón.