En el capítulo I, que se destina a gastos de personal, está prevista una reducción del 0,46 por ciento sobre este año, manteniéndose congelados los sueldos de los altos cargos y de todo el personal de la institución.

En el apartado II, de gastos en bienes corrientes y servicios, el recorte alcanza el 0,65 por ciento, que se suma a los ajustes ya adoptados en los últimos años. En este apartado figura además una reducción del 33,8 por ciento en indemnizaciones por razón del servicio, manteniendo la supresión del año 2013 de las dietas para altos cargos y funcionarios y recortando significativamente los gastos previstos para locomoción o alojamiento en los desplazamientos por razones de trabajo.

También baja, el 21,43 por ciento, el gasto en compras y suministros, rebajando al mínimo la previsión para renovación de equipos informáticos, según informó el propio organismo público, que agrega que “la reducción de gastos corrientes corresponde a partidas que no son imprescindibles para el buen funcionamiento de la institución ni comprometen su eficacia en el desempeño de la labor encomendada”.