Acosta explicó esta propuesta durante su comparecencia en la Comisión de Educación del Congreso, donde continúa el debate sobre el proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

En su intervención, la diputada defendió una emienda al proyecto de ley para sustituir la expresión centros “privados concertados” por la de “sostenidos con fondos públicos” pues, a su juicio, el objetivo último de esta norma es que “la escuela pública se convierta en una suerte de red subsidiaria, muy próxima a la beneficencia”.

La diputada socialista señaló que los conciertos se originaron al inicio de la Transición para suplir la falta de plazas públicas, pero no como una "opción más del sistema".

A juicio de Acosta, al hacer depender de la demanda estos conciertos con “la excusa de la libertad para elegir centro” y con el establecimiento de criterios de admisión basados en la nota, la Lomce favorecerá la aparición de “centros de excelencia para las élites, dotados con los mejores recursos” y centros donde “terminarán los más desfavorecidos”

Coincidió con la diputada de Izquierda Unida Caridad García en criticar el tratamiento favorable que la futura norma concede a los colegios que segregan al alumnado en función del sexo.

A su juicio, este ministro ha hecho una modificación para buscar una solución a la sentencia del Tribunal Supremo que consideraba que estos centros incurrían en una posible discriminación por razón de género, lo que les inhabilitaría para concertar con la administración. El nuevo texto recoge de forma expresa dicha posibilidad, siempre que se garantice que los niños y niñas acceden en igualdad de condiciones a una educación de la misma calidad.

En su discurso, García criticó que este tipo de enseñanza se sufrague con fondos públicos y preguntó al PP si de verdad “no cree en la coeducación y si no piensa que la forma más natural de socializar a un niño es la escuela mixta”.

A ello contestó la diputada popular Pilar Marcos, quien negó que existiese discriminación y dijo que PSOE e IU “no fueron tan críticos” cuando bajo otros gobiernos, aseguró, se concertaron centros de estas características en Madrid, Extremadura, Galicia o Castilla-La Mancha.