De acuerdo con este estudio, el 60,4% de los encuestados entienden que la prostitución es “una forma de ejercer la libertad sexual” frente a un 39% que lo considera “algo profundamente repulsivo”. De hecho la posición legal ante la prostitución es en un 61,5% de los casos favorable a la legalización y regularización; un 19,6% proclive solo a legalizarla y un 19% partidario de abolirla y prohibirla.

La mayoría de los entrevistados prioriza los derechos de las personas y la tolerancia hacia las mismas frente a cualquier otro argumento. Sienten, en general, un rechazo bastante consolidado hacia la prostitución como fenómeno y en particular hacia la trata de personas, pero este rechazo se subordina al respeto de los derechos individuales y a la necesaria tolerancia y ayuda hacia las personas que se prostituyen.

Al vivir expuestos de forma continua a la imagen de la prostitución callejera, responden con indiferencia, sin mucho rechazo, quizá porque la consideran “parte del paisaje” sin interrogarse sobre su significado. Sólo el 14,2% de las mujeres y el 15,2% de los varones consideran a la persona que ejerce la prostitución como “víctima”, y el 80% apela a la generalidad de “depende del caso”, al preguntarles por los motivos que pueden llevar a una persona a prostituirse.

A los jóvenes madrileños se les pregunta también por la educación sexual que reciben y el resultado es que no solamente está muy implantada sino que ha sido muy bien valorada. Así, el 21,3% de los encuestados la calificaron de “muy buena” y el 47,9% “es buena, me ayudó algo” y sólo un 4% la ha valorado “muy mala y nada útil”.

EL 84% USA CONDONES Y ANTICONCEPTIVOS

La encuesta revela también que el comportamiento sexual de los jóvenes madrileños es similar al conjunto nacional, caracterizado por una mayor igualdad entre sexos, relaciones sexuales y una complicidad sexual más satisfactorias y una lógica de pareja de duración muy diversa pero caracterizada por un alto grado de monogamia y una cierta exigencia mutua de fidelidad.

Es decir, un perfil que, en la actualidad, deja bastante fuera de juego a la prostitución, al menos, hasta los 24 años, según destacó en rueda de prensa por Lola Navarro, delegada de Servicios Sociales, Familia y Participación Ciudadana. Este cambio se ha producido en la sociedad española en las dos últimas décadas y se puede atribuir a varios factores: la coeducación, los avances y la formación en igualdad así como la implantación efectiva de la educación sexual, todo ello en el contexto de la pervivencia de una cultura de familia.

Es significativa la coincidencia entre varones y mujeres y la estabilización de la edad media de la primera relación sexual (16 años y siete meses). También el hecho de que el 65% de las chicas y el 57% de los chicos de entre 16 y 24 años haya tenido una sola pareja en el último año y que utilizaran medios profilácticos y anticonceptivos en el 84% de los casos, lo que permite que la proporción de embarazos no deseados haya descendido hasta el 5,1% para el conjunto de todas estas edades.

El estudio se ha llevado a cabo entre el 14 de mayo y el 16 de junio pasados y para ajustar el cuestionario a las distintas franjas de edad se distribuyeron dos modelos, uno para los mayores de 18 años, y otro, con menos preguntas que el anterior, para jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 18. El nivel de confianza de la prueba al 96% con un margen de error del 3%. Han sido 1.120 los jóvenes encuestados –el 62% (697), mujeres y el 38% restante (423) varones–, estudiantes de Bachillerato, FP, grado y posgrado.

La presentación de la encuesta ha coincidido con la conmemoración del Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños, ocasión de aprovechó Navarro para expresar “la más rotunda condena y repulsa de la prostitución y de la trata de persona con fines de explotación sexual, allá donde esta suceda y específicamente la que sucede en nuestra sociedad, como realidades y fenómenos indeseables en una sociedad avanzada y basada en la igualdad”.