El Govern ve merecido el homenaje previsto al archiduque, que nació en Florencia en 1847 y falleció en Bohemia en 1915, a quien considera una de las figuras internacionales que más han contribuido al estudio y la divulgación de las Islas Baleares por su “sólida formación humanística y científica y el interés y la admiración por el archipiélago desde el punto de vista etnográfico, geográfico e histórico”.

Agrega que la “relevancia y universalidad” del archiduque representan una “oportunidad excepcional” para el Govern para llevar a cabo un proyecto conmemorativo de vocación regional, nacional e internacional, con el objeto “no solo de actualizar la figura del archiduque y difundir la riqueza de su legado, sino también de generar un impacto importante en términos turísticos, culturales y humanísticos”.

Las principales instituciones de las Islas Baleares han distinguido numerosas veces al archiduque en reconocimiento y agradecimiento de su tarea divulgativa y humanística. Entre las distinciones que ha recibido destaca la de ciudadano honorario de la ciudad de Palma de Mallorca (1877); académico honorario de la Academia Provincial de Bellas Artes de Palma de Mallorca (1883); presidente honorario de la Sociedad para el Fomento del Turismo de Mallorca (1909); hijo ilustre de Mallorca (1910), e hijo adoptivo de Mallorca (2009).