En su último informe trimestral sobre cumplimiento del Código de Protección de la Infancia y la Juventud, la oficina que dirige Elena Sánchez se hace eco de las 19 comunicaciones que ha recibido de televidentes que consideraron que el reportaje fue “moralizador” y “de una ideología del siglo pasado”.

La Defensora coincide con las explicaciones que ha dado la dirección de RTVE y concluye tras su visionado que el objetivo del vídeo “no era ser moralizante, como han considerado algunas comunicaciones recibidas en esta oficina, sino describir una realidad: el complejo mundo de los adolescentes, el bombardeo hormonal que deben afrontar y la preocupación de los padres en la gestión de este proceso para enseñarles a definir su identidad”.

En el informe, la Defensora da la razón al espectador que se quejó por una información aparecida en el telediario de abril sobre la muerte del cineasta Bigas Luna, en la que aparecieron imágenes de desnudos no recomendadas para menores de 18 años.

“Coincidimos en que la sobremesa de los fines de semana, cuando puede haber menores ante las pantallas, no es el momento más oportuno para ofrecer algunos fotogramas con desnudos. Sin embargo se daba la noticia del fallecimiento de un autor de cine que se declaraba a sí mismo admirador del cuerpo de las mujeres”, señala.

De las 54 quejas recibidas en este trimestre sobre menores, la Defensora también destaca una de un espectador que protesta por la aparición en el telediario de varias imágenes con la muerte de un niño en la Intifada.

“Mostrar estas imágenes resultaba imprescindible para la construcción del relato informativo, pues ellas mismas eran la noticia", añade. "Sin embargo ponemos en duda la necesidad de repetirlas en cuatro ocasiones. Con una vez, hubiera sido más que suficiente para que el reportaje quedase bien referenciado. Asimismo estimamos que el aviso preceptivo sobre su impacto debería haber sido más contundente”.

No obstante, la Defensora recuerda que, “como decimos siempre, los informativos no son contenidos dirigidos a los menores, por lo que recomendamos la presencia de adultos durante su visionado para que puedan contextualizar, adecuadamente, un contenido difícil de entender para ellos”.