La Infanta Cristina compró, en 2005 y 2009 y con dinero de la consultoría Aizoon, S. L., cuya propiedad comparte con su marido, Iñaki Urdangarín, un cuadro y una vajilla, según un primer informe policial entregado al juez del caso.

A Llamazares, esta circunstancia le parece “mal” y pone de relieve que cada vez se descubren “más irregularidades” que hacen “más difícil al fiscal argumentar que no hay razones para imputar a la infanta”.

El diputado republicano insiste en que “cada vez es más evidente que no era un florero y que se enteraba de lo que ocurría y de lo que hacía su marido”, por lo que cobra fuerza la idea de que “la infanta forma parte del caso y de la imputación”.

El juez Castro deberá decidir ahora si imputa a doña Cristina por un supuesto delito de blanqueo de capitales, relacionado con el uso de dinero ilícito ganado por Aizoon para reformar y equipar su palacete de Pedralbes y otros fines particulares.

Una de las facturas más llamativas es la girada por la Sala Parés, una conocida galería barcelonesa regentada por Joan Anton Maragall. Esta casa vendió el 31 de diciembre de 2005 una pintura de la paisajista Carmen Galofré a Aizoon.

Según han explicado desde Parés, la persona que compró la obra fue la Infanta, que fue atendida personalmente por Joan Anton Maragall. Galofré es una pintora de reconocido prestigio en Cataluña. Los duques adquirieron a través de Aizoon una vajilla en la afamada empresa La Muy Noble y Artística Cerámica de Alcora, S. A.

Según han explicado desde esta firma a la Policía, la factura se giró a nombre de Aizoon con domicilio en la casa de los duques. La vajilla costó 1.741,55 euros. La hija del Rey y su esposo también pagaron a través de su consultoría varias fiestas celebradas en la mansión de Pedralbes y en su antigua vivienda barcelonesa.