Una hoja de ruta compuesta del derecho a decidir, consulta, transición nacional y forma de Estado, junto a la que hay la llamada Via Catalana, “una manera de hacer”, es decir, “democracia, diálogo, legalidad, civismo, espíritu pacífico, amplias mayorías y respeto a las minorías”.

Mas remarcó que “no nos hemos de apartar ni un milímetro de la hoja de ruta, pero tampoco de la Vía Catalana o manera de hacer”, porque “hay que hacer la transición nacional, pero hay que hacerla bien. Y esto es responsabilidad de todos”.

El jefe del Ejecutivo catalán recordó la “gran manifestación” que hace un año recorrió las calles de Barcelona, que “demostró la firmeza de nuestra voluntad colectiva y nuestro anhelo para decidir nuestro futuro democráticamente, pacíficamente y en libertad”.

Y aseguró que este miércoles “volveremos a tener una gran muestra de patriotismo, de civismo y de compromiso”, tanto en los actos institucionales y de las entidades del país como “cuando centenares de miles de ciudadanos enlazarán sus manos para expresar de nuevo este anhelo de libertad, de paz, de democracia y de justicia social”, en alusión a la prevista cadena humana que cruzará Cataluña de norte a sur.

El presidente Mas también dijo que, como el año pasado, su papel institucional aconseja que no esté físicamente en la Vía Catalana, pero insistió en que “mi compromiso, hoy, no sólo es tan sólido como el de hace un año, sino que es claramente explícito: el pueblo de Cataluña tiene que ser consultado el próximo año sobre su futuro político”.

En esta línea, remarcó que “tan firme es mi compromiso” con la consulta que “estoy dispuesto a utilizar todos los instrumentos democráticos y legales en mis manos para facilitar que los ciudadanos de Cataluña puedan decidir su futuro como país”. En este sentido, expresó su deseo de que todo este proceso “sea gestionado con acierto”, porque “solo haciendo bien las cosas podremos conseguir nuestros objetivos”.