Ante el Grupo Parlamentario Socialista reunido al inicio del periodo ordinario de sesiones, Rubalcaba reconoció que el calendario fijado por el Comité Federal el pasado mes de enero puede no ser “el más fácil” pero conduce por “el camino más honesto y más seguro”. Solo queda terminar de “recorrerlo juntos, y lo vamos a hacer”, dijo ante diputados y senadores, entre los que ya no está Carme Chacón.

Comenzó recordando que en este periodo de sesiones se cumplirán dos años de gobierno de Rajoy, el ecuador de la legislatura, lo cual debe marcar la acción del PSOE de forma determinante.

No quiso calificar la labor de la oposición pero sí aseguró que, a la vista de los “estragos” que está provocando la gestión del PP, hay que “intensificar” la crítica al Gobierno y la definición de alternativas por parte de un partido “que va a gobernar en la próxima legislatura”.

Precisó que una parte de la alternativa tiene que seguir siendo “defender las cosas que hemos hecho” a partir de principios “que no van a cambiar”. Por ejemplo, señalar la actual ley como alternativa a la reforma del aborto que prepara el Gobierno, quizá porque está “muy débil y tiene facturas que ya no puede dejar de pagar”, también “con la extrema derecha”.

También para defender la igualdad de oportunidades a través del sistema de becas que el Gobierno está recortando y para reiterar que derogarán la reforma laboral por ser “perversa” como se está demostrando, primero con la destrucción de empleo, aseguró, y cuando el turismo ha dado “un respiro” con contraros “de doce horas a quinientos euros para recoger mesas”.

Aseguró que el PSOE discutirá también “a fondo” la reforma de las pensiones, ante la que acusó al Gobierno de “imponer” un grupo de expertos con posiciones “extremas” para después “ser más blando” en la propuesta final.

Denunció que es la primera reforma de las pensiones en la que se pretende tocar las actuales, y volvió a reclamar que se utilice el Fondo de Reserva para garantizar el poder adquisitivo ante los “desajustes” de ingresos y gastos, en parte porque la devaluación de los salarios se está dejando notar también en las cotizaciones.

Rubalcaba aseguró que el PSOE siempre celebrará “destellos” de la economía como los que se han visto durante el verano, como las exportaciones o la bajada de la prima de riesgo, pero no permitirá al Gobierno que los aproveche para emitir mensajes “equivocados” o que son “un insulto” a los ciudadanos.

Es “un insulto” decir que lo peor de la crisis ha pasado, aseguró, para los estudiantes que acaban de perder su beca, para los padres que no pueden afrontar el inicio del curso escolar, o para los pensionistas que perderán poder adquisitivo los próximos años.

Ante el “milagro económico” del que habló el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, Rubalcaba sentenció que “milagro es que la gente llegue a final de mes con su política”.

Alertó de que esos “destellos” no pueden servir para que el “trío de los recortes”, Angela Merkel, Oli Rhen y Mariano Rajoy, consoliden “una política equivocada que nos ha llevado a años de crisis”, porque la recuperación no llegará gracias a ellos sino “a pesar de ellos”.

O cambia esa política, advirtió, o habrá sido solo “un espejismo veraniego” porque España volverá a caer “a plomo” o se estancará “arrastrándonos por ese fondo” de la crisis económica.

Con ese escenario, Rubalcaba dijo al PSOE que debe prepararse para una “auténtica tarea de reconstrucción social” para recuperar todo lo que el Gobierno está “desmantelando” en educación, sanidad o pensiones.

Junto a todo ello se refirió también a la crisis política centrada en el `caso Bárcenas´ y la constatación de que la comparecencia de Rajoy en agosto solo sirvió para “engañar” a los diputados y a los ciudadanos.

Rubalcaba había comenzado reclamando a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, “ella que es la reina de la transparencia” y que iba a comparecer en una sala contigua, que explicara “lo del disco duro y los martillazos”.

Las informaciones conocidas las últimas semanas son “incompatibles con al versión que nos intentó colar” el presidente, y demuestran una “doble moral”, como es bajar los sueldos o las indemnizaciones por despido de los trabajadores mientras se pagan “fabulosas indemnizaciones a sus despedidos, y en negro”.

Cuando el Gobierno hace “lo contrario de lo que exige” a los ciudadanos se produce una “quiebra moral” que el PSOE seguirá denunciando, aseguró, igual que seguirá pidiendo que se pueda debatir sobre esos asuntos.

Mientras hablaba Rubalcaba, la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, llegaba de la reunión de la Junta de Portavoces, después de que la mayoría del PP volviera a impedir el debate sobre las iniciativas del PSOE y de IU. “Vengo como si saliera de un juicio, Alfredo”, le dijo al líder socialista.

El Parlamento, sentenció Rubalcaba, hablará de financiación ilegal del PP “porque hubo”, y lo mismo con los sobresueldos en negro, con las campañas electorales de un partido “dopado” y con las mentiras del presidente ante el Parlamento “sin que se le mueva un solo músculo”. “Contra el vicio de negar está la virtud de reiterar”, aseguró.