Lo dijo en rueda de prensa en Bruselas después de la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea para analizar la situación en Egipto.

Reiteró que el Gobierno quiere mantener buenas relaciones con Reino Unido y que la vía para solucionar cualquier conflicto debe ser el diálogo.

Por ello, explicó, ya propuso a ese país un diálogo a cuatro partes, con Gibraltar y la Junta de Andalucía, o a dos, solo bilateral entre España y Reino Unido.

Esa propuesta fue aceptada "al pie de la letra", aseguró, y España estaría de acuerdo en comenzar ese diálogo de forma inmediata "sin cambiar una letra" a las condiciones acordadas.

El ministro subrayó que España pidió ese diálogo cuando las entonces nuevas autoridades gibraltareñas decidieron romper el acuerdo de pesca, y por la necesidad de acordar las normas de preservación medioambiental.

Mientras ese diálogo se restablece, aseguró, el Gobierno no va a renunciar "en ningún caso" a aplicar las medidas necesarias "para evitar daños a la economía nacional" derivados de los contrabandos, de los tráficos ilícitos, el blanqueo de capitales y de las ventajas fiscales.

En una frontera con un territorio fuera de la unión aduanera europea, subrayó, hay que aplicar normas para evitar el contrabando y el fraude, y para proteger el medio ambiente en la zona.

Esas medidas, añadió, son ahora "adicionales" y "más intensas" porque la relación de confianza con las autoridades de Gibraltar "se ha roto". Cuando se restablezca, precisó, España podrá reducir esos esfuerzos, que resultan "muy gravosos".

El ministro reiteró la denuncia por el "delito medioambiental" cometido por Gibraltar al arrojar los bloques de hormigón al mar, y la ilegalidad de los trasvases de combustible desde buques gasolinera en una zona de especial conservación.

Explicó que cada año 110.000 buques cruzan el Estrecho y solo los puertos holandeses superan la cantidad de combustible suministrado en esas aguas.

La operación de trasvase es más rápida y barata que desde un atraque, pero también "más peligrosa" y el riesgo medioambiental es "realmentre grave".

España también baraja, explicó el ministro, que el juego que se practique en España "tribute en España" y no en Gibraltar, donde lo hace al 1% en vez de al 20%.

La "tasa de congestión" está en proceso de estudio, pero el Gobierno la considera "sensata" para evitar la "congestión de un espacio público".

Una vez que se confirme la legalidad, el Gobierno estudiaría el criterio de "oportunidad política" para decidir si la aplica o no, en ningún caso a los trabajadores residentes a cualquier lado de la verja y sea cual sea su nacionalidad.

Con la recaudación de esa tasa, explicó, se compensaría a los pescadores que no pueden faenar por los bloques de hormigón arrojados a la bahía.