Salud
Un 33% de la población perderá la voz de forma puntual en algún momento de su vida
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Un tercio de la población mundial (el 33%) padecerá pérdida o alteración de la voz de forma transitoria, situación clínica que se llama disfonía y que comúnmente se conoce como “ronquera” o “afonía”, según las sociedades científicas especializadas en la rehabilitación foniátrica de la voz.
Así lo pusieron de manifiesto el contexto del Día Mundial de la Voz (la doctora Nuria E. Melián Cruz, médica rehabilitadora, y secretaria de la Sociedad de Rehabilitación Foniátrica (Sorefon), que es una filial de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef).
La especialista ha explicó que se tiene “más riesgo de padecer disfonía en fumadores o algunas profesiones como cantantes, profesores, teleoperadores y en mayores de 65 años, también en niños en edad 8-14 años. La mayor parte de las disfonías se asocian a procesos catarrales y se resuelven de forma espontánea entre siete y diez días”.
Añadió que “otras veces, puede ser un síntoma asociado a otras enfermedades (reflujo gastroesofágico, alergias por ejemplo en primavera, enfermedades neurológicas, respiratorias, tras una cirugía o ingreso que haya requerido una intubación prolongada), a tratamientos médicos (inhaladores) o a la edad”.
Esta alteración modifica la calidad vocal y se puede tener sensación de realizar un sobreesfuerzo vocal y notar fatiga al hablar. Cuando persiste de dos a cuatro semanas sin mejoría se recomienda consultar al médico, especialmente si existen factores de riesgo como consumo de tabaco o alcohol, síntomas asociados respiratorios, neurológicos o cirugías recientes de cabeza, cuello o tórax.
La doctora Melián señaló que para su diagnóstico el médico, aparte de realizar una historia clínica completa y un examen físico de cabeza y cuello, debe visualizar la laringe mediante una laringoscopia.
“Frecuentemente podemos encontrar lesiones benignas en cuerdas (nódulos cordales, pólipos, quistes, edemas) o ninguna lesión, pero sí una forma de utilizar los órganos fonatorios que predisponga a perder una voz clara y con buen volumen (como en la disfonía con tensión muscular). Es necesario y muy importante descartar patología como lesiones precancerosas o malignas, infecciones por papiloma virus o parálisis cordales entre otros”, detalló.
"Los trastornos con más alta incidencia son los que afectan los trastornos de la voz y al lenguaje en niños y adulto. Aunque a estos datos hay que añadir la creciente demanda exponencial de atención de los problemas de deglución y alimentación tanto en edad pediátrica como adulta”, destacó. Además, denunció que "son muchos los hospitales que aún no disponen de Rehabilitación Foniátrica para atender a su población o sólo atienden una parte de la misma y queremos hacer también una reivindicación de su importancia”.
PREVENIR LA DISFONÍA
Por último, la especialista de ofreció consejos para prevenir la disfonía: abandonar el hábito tabáquico, vapeadores o similares, además de evitar ser fumador pasivo; evitar consumir bebidas que deshidraten como el alcohol o aquellos que contengan cafeína (refrescos, café); hidratación frecuente, especialmente en ambientes muy secos; humidificar el ambiente; evitar comidas picantes o productos mentolados; evitar toser o carraspear en la medida de lo posible evitar utilizar un volumen alto o hablar durante mucho rato; reducir el consumo de medicación que favorezca la deshidratación (diuréticos o antihistamínicos) o sequedad (inhaladores); utilizar un micrófono en situaciones que requieran subir el volumen de su voz; y, por último, consultar con un médico si sufre de disfonía recurrente o continua.
(SERVIMEDIA)
13 Abr 2023
CAG/gja