La posesión de armas de fuego entre las familias estadounidenses ha aumentado en el último lustro, pasando de un 22% de la población del país en 1994 al 33% actual.

Un 95% de los encuestados ofrecieron información sobre cómo y dónde guardan estas armas de fuego. Un 22% de los poseedores confesaron tener en su casa, al menos, una pistola o rifle argado y exento de dispositivo de seguridad. No es el primer estudio de EEUU que pone de relieve la falta de medidas de seguridad en la posesión de armas de fuego.

Los resultados de este último sondeo confirman que los niños y adolescentes en EEUU se encuentran expuestos a grandes riesgos en sus propios hogares, y apoyan la necesidad de una formación sobre el uso y seguridad de las armas.