La encuesta, a la que tuvo acceso Servimedia, plantea la siguiente cuestión: "¿en general, y en el contexto de la venidera Unión Económica y Monetaria Europea (UEM), stá usted bastante o completamente a favor de sustituir su moneda por una única divisa europea, o bastante o completamente en contra?".

Entre los españoles, un 33 por ciento se muestra bastante o completamente en contra de la moneda europea, mientras que un 50 por ciento la apoya y un 17 por cien no expresa una opinión definida.

Pese a este criterio negativo de una significativa tercera parte de la población, España es uno de los paises más favorables a la supresión de las monedas nacionales, ya ue, sorprendentemente dado el avanzado estado en que se encuentra el proceso de la UEM, hay en el conjunto de la Unión Europea un virtual empate entre los defensores y los oponentes a la moneda única.

En concreto, los partidarios son un 47 por ciento, y los contrarios un 45 por cien, en tanto que sólo un 8 por cien no tienen todavía una opinión formada, lo que da aún más trascendencia a la división existente.

Sobresale el dato de que, entre los 'ecu-escépticos', figuran dos de las cuatro principaes potencias comunitarias: Alemania, con un 59 por cien de ciudadanos que no cambiarían el marco por el ecu, y Gran Bretaña, en donde mantienen la misma actitud, en relación a la libra, un 62 por cien de los encuestados.

Estos dos paises sólo se ven superados por Austria, uno de los tres recien llegados a la UE junto con Finlandia y Suecia, y por Dinamarca, que ha sido el país que ha planteado más objeciones al proceso de la UEM. En Austria los oponentes al ecu son un 66 por ciento y en Dinamarca un 6 por cien.

Por contra, los mayores entusiastas de la moneda única son los italianos y los belgas, con un 64 por cien de opiniones a favor en ambos paises, seguidos de los franceses, luxemburgueses y holandeses.

DUDAS SOBRE SU VIABILIDAD PARA EL 2000

En todo caso, este última encuesta realizada por la Comisión Europea sobre la moneda única muestra también un cierto escepticismo sobre la viabilidad de que esté circulando en el año 2000. Un 53 por ciento dicen que sí, mientras que piensan lo contrrio un 36 por cien.

En España, el escepticismo es mayor, ya que sólo un 44 por ciento sostienen que para el año 2000 se estarán usando normalmente billetes y cheques en la moneda única europea.

Al igual que frente a la cuestión anterior, tambén en este caso son en general los paises del llamado "núcleo duro" los más convencidos de que el proyecto saldrá adelante en las fechas previstas.

Así lo creen un 68 por ciento de belgas, un 62 por cien de holandeses, un 76 por cien de franceses, un 55 or cien de luxemburgueses y un 52 por cien de alemanes.