Así lo revelan las cifras de la Seguridad Social, a las que ha tenido acceso Servimedia, que revelan que, entre los autónomos de más de 50 años -justo cuando arranca el periodo de cálculo de la pensión para quien se jubila a los 65- el 33,2% cotizan por bases superiores a la mínima.

Al elevar su base de cotización los autónomos -y cualquier trabajador- consigue elevar la cuantía que tendrá su pensión cuando llegue el momento de la jubilación.

A 30 de septiembre había afiliados a la Seguridad Social un total de 3.157.964 trabajadores autónomos, de los que sólo el 14,8% cotizaba por bases superiores a la mínima.

Mientras, entre los menores de 30 años, aquellos que tienen lógicamente más lejos su edad de jubilación, el porcentaje de quienes aportan a la Seguridad Social por encima de la base mínima es de sólo un 3,1%.

Aunque la principal prestación es la jubilación, lo cierto es que esta decisión de no ligar la aportación a la Seguridad Social a sus verdaderos ingresos acaba también por afectar a aquellos autónomos que sufren una incapacidad o una baja por accidente.

Los trabajadores de más de 50 años ya tienen una base mínima ligeramente superior a la del resto de emprendedores, en concreto de 837,6 euros respecto a los 801,3 del conjunto del colectivo.

Entre los autónomos de más edad, además de un 66,8% que aporta el mínimo, hay un 6,4% que pagan a la Seguridad Social hasta 1,5 veces la base mínima; otro 21,2% que paga entre 1,5 y 2 veces la cuota mínima; un 2,9% que paga de dos a tres veces el mínimo, y un 2,6% que aporta tres veces más al mínimo que exige la Seguridad Social.