Según explica el Ministerio, ante la ausencia del embajador, el director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo, Manuel gómez-Acebo, convocó al encargado de Negocios para transmitirle la preocupación del Gobierno por la situación en ese país y la condena a la violencia desatada los últimos días.

Además, expresó la inquietud por la declaración del estado de emergencia y solició que sea levantado "lo antes posible".

Exteriores llama a la "contención" de las fuerzas de seguridad "como paso previo fundamental hacia una desescalada de la tensión".

"Evitar más derramamiento de sangre, y respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos deben ser la prioridad del gobierno de transición",dice el Gobierno.

La condena de España a la violencia se hace extensiva a la perpetrada también contra iglesuas y edificios gubernamentales, "que en nada ayuda a recuperar la calma".

"Más allá de la superación de la crisis actual", asegura el Gobierno, el objetivo final debe ser "devolver la normalidad institucional y restablecer un proceso de transición inclusivo de todas las partes".

Para ello, "es necesario que se establezca un diálogo nacional amplio e inclusivo, y se celebren elecciones lo antes posible para encauzar el proceso de democratización".

Gómez-Acebo recordó que Egipto es un país "amigo" de España y que, por su relevancia en el contexto árabe, lo que allí ocurre "reviste especial importancia para la estabilidad en toda la región".