Con el fin de conseguir que la joven abandonase su país de origen, Rumanía, el proxeneta le prometió que en España tendría asegurado un futuro mejor trabajando como camarera, y que él mismo le apoyaría y protegería. Incluso llegó a hacerle creer que ambos estaban comenzando una relación sentimental.

Según informó hoy la Policía, cuando la joven llegó a España, el proxeneta le rompió el pasaporte, le dijo que trabajaría como prostituta y la amenazó con matar a su hijo de dos años y a otros miembros de su familia si no accedía a ejercer la prostitución.

Además, el proxeneta agredió sexualmente a la joven en varias ocasiones durante su cautiverio para someterla a un control total y la convenció de que no podía confiar en la policía española.

Debido a las violaciones a las que fue sometida, al aislamiento, el desconocimiento del idioma y al temor a que el detenido pudiera hacer daño a su hijo de dos años, la joven se encontró en una situación sin salida.

Tras la detención del proxeneta, los agentes averiguaron su verdadera identidad y descubrieron que, además de tener diversos antecedentes en España, le constaban numerosos antecedentes en Rumanía y en Italia, donde también tenía en vigor una prohibición de salida y varios antecedentes por prostitución coactiva.