El Hospital de Bellvitge aconseja adaptar la dieta en verano para prevenir la deshidratación de personas mayores

MADRID
SERVIMEDIA

Francesc Formiga, director del Programa de Geriatría del Hospital Universitario de Bellvitge, señaló este martes la importancia de adaptar la dieta de las personas mayores en verano para evitar deshidrataciones y golpes de calor, algo que puede tener "graves repercusiones" y llevar a un fracaso orgánico irreversible.

El doctor Formiga recordó en un comunicado que los síntomas de la hipertermia son diversos y algunos inespecíficos, como dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, desorientación, piel seca y enrojecida y disminución de la respuesta, "hasta llegar a una posible pérdida de conciencia".

Para prevenir estas situaciones, prosiguió el experto, una de las recomendaciones esenciales es ingerir muchos líquidos. Las personas mayores deben seguir en verano una dieta diferente de la que hacen en otoño-invierno, es decir, beber más agua y consumir menos calorías durante la época de calor.

Con el fin de conseguir el equilibrio entre la cantidad de líquido que entra y el que sale del organismo hay que tomar entre dos y dos litros y medio de líquido gradualmente a lo largo del día, con más frecuencia por la mañana y la tarde que por la noche, para evitar la incontinencia nocturna.

Asimismo, es aconsejable hacer comidas ligeras y evitar la exposición al sol, sobre todo en las horas de mayor intensidad (de 12.00 a 16.00 horas) y cuando la humedad relativa es superior al 60 por ciento.

Cabe recordar que la falta de sed es engañosa, por lo que se debe tomar agua, infusiones o zumos de frutas aunque no se tenga la sensación de sed y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, porque, en contra de lo que algunos piensan, no hacen disminuir la sed, concluye este especialista.

(SERVIMEDIA)
06 Ago 2013
IGA/caa