En la última entrada de su blog, Sánchez Galán indica que para este ejercicio el sector eléctrico ingresará 5.700 millones menos por el conjunto de medidas aprobadas hasta ahora para gestionar el déficit, a lo que suma las medidas de la reforma eléctrica aprobadas en julio de este año que tendrán un impacto de otros 2.700 millones de euros menos de ingresos.

El máximo ejecutivo de Iberdrola asegura que la reforma supone un “intento loable” de poner fin al déficit de tarifa y a los desequilibrios estructurales que lastran al sector eléctrico y merman la competitividad de la economía.

“Se trata de una reforma con más partes agrias que dulces. Pone fin al déficit de tarifa estructural, pero a costa de aquellos que no lo han generado ni han sido responsables de su planificación”, sostiene.

A su juicio, el déficit tarifario –que es la diferencia entre ingresos y costes regulados del sistema eléctrico- es una cifra “insostenible” que supera los 26.000 millones de euros a la que se ha llegado por la “acumulación pertinaz de errores de los diferentes Gobiernos durante años”.

Sánchez Galána afirma que “el sector tradicional es eficiente” y que “el auténtico problema es este crecimiento exponencial de las primas a tecnologías inmaduras e ineficientes, así como la inclusión en la factura eléctrica de partidas que nada tienen que ver con el suministro y una fiscalidad local, autonómica y nacional sin parangón en otros países”.

Para el presidente de Iberdrola “se ha perdido una magnífica oportunidad de haber logrado una regulación coherente con unos objetivos de política energética”.

Como afirma desconocer dichos objetivos, confía en que durante la tramitación parlamentaria de las medidas de la reforma se diseñe un sistema de racionalidad y un plan energético a futuro.