Según informa el Consistorio madrileño, tras una intervención municipal que ha costado 4,2 millones de euros, el cantón se sitúa bajo rasante y sobre él se levanta un edificio plurifuncional que aloja 30 viviendas temporales en rotación para jóvenes y un aparcamiento semirrobotizado de 46 plazas.

La parte residencial se divide en tres ámbitos diferenciados: el privado (las viviendas), los espacios comunes, con jardín y galerías, y el área de servicios donde se ubican máquinas de lavado y secado a disposición de los residentes.

Gallardón remarcó la singularidad de esta promoción de viviendas y añadió que en ella confluyen "el uso eficiente del suelo, la revitalización del centro urbano y el desarrollo de una tipología de vivienda destinada específicamente a los más jóvenes".

Las viviendas se dividen en 26 estudios, dos pisos de un dormitorio y otros dos de dos. La superficie máxima es de 50 metros cuadrados y las casas están destinadas a jóvenes menores de 30 años que podrán permanecer en ellas durante un máximo de cinco años. El precio oscila entre los 160 y los 200 euros mensuales.

Además, en 11 de los alojamientos se ha instalado un gestor energético de la vivienda, que informa en tiempo real de las emisiones de CO2 que genera cada una de ellas y que permitirá conocer la eficiencia de los avances introducidos.