Según informó el Ministerio del Interior, el detenido, bautizado como 'WhatsappSpy', obtuvo unos beneficios superiores a 40.000 euros al defraudar a más de 11.000 usuarios que se dieron de alta a través de Internet a una falsa herramienta de mensajería instantánea, interesados en la posibilidad de asistir en tiempo real a conversaciones de otros clientes.

El detenido publicitaba el inexistente programa a través de perfiles robados de una conocida red social, mediante la cual obtenía las claves de los usuarios estafados que querían descargarse en sus móviles el falso programa y así enviaba spam a las listas de contactos de los estafados anunciando la aplicación con el objetivo de captar más clientes.

Cuando los usuarios habían completado la solicitud para descargarse el programa de mensajería instantánea, debían introducir el número de su teléfono móvil para adquirir un código de activación gracias al cual podían instalarse el programa. Sin embargo, el detenido suscribía al titular de la línea telefónica a un servicio de mensajería Premium que reportaba al arrestado importantes beneficios, ya que el coste de estos mensajes oscila entre 1,45 y 7,26 euros en función de la operadora.

La investigación policial comenzó a raíz de una denuncia formulada por parte de una red social que tuvo conocimiento de que el principal canal a través del cual se estaba anunciando la descarga de esta inexistente aplicación era desde los perfiles 'hackeados' a sus usuarios. Además, los mensajes enviados por el estafador incluían enlaces que redirigían a una web con una URL similar a la red social que utilizaba para conseguir los datos de más clientes.

En el registro policial en el domicilio del detenido los agentes se han incautado de cuatro discos duros que están siendo analizados y un ordenador por medio del cual se sospecha que realizaba sus operaciones de engaño.