A partir de las dos y media de la tarde, cuando ya se había dado por concluida la tradicional recepción en el Palacio del Congreso de los Diputados, los invitaros subieron al comedor en el que el presidente del Congreso suele celebrar los almuerzos oficiales o de trabajo.

Estaban invitados todos los mandatarios autonómicos que acudieron a la recepción, y que este año eran todos socialistas. Estaban el lehendakari, Paxti López, y el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, sentados uno a cada lado del presidente del Congreso, y al lado de ellos los de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y de Aragón, Marcelino Iglesias.

Enfrente de Bono estaba Rodríguez Zapatero, y en los otros dos lados de la mesa, en los lugares presidenciales, los ex presidentes del Congreso Félix Pons y Manuel Marín, y junto a ellos Javier Rojo, Landelino Lavilla y Gregorio Peces Barba.

A la recepción habían asistido también Fernando Álvarez de Miranda, que fue presidente del Congreso de los Diputados mientras gobernaba UCD, y Luisa Fernanda Rudi, que lo fue con el PP, pero ninguno de ellos se quedó a la comida.