Así lo explicó el propio Zapatero a un grupo de periodistas durante una conversación informal durante las celebraciones en el Congreso de los Diputados con motivo del 31 aniversario de la Constitución.

Zapatero aseguró que todavía no sabe si podrá marcharse a Doñana como en años anteriores, ya que esta vez tiene todavía mucha tarea por delante para preparar el semestre de la Presidencia española de la UE.

El jefe del Ejecutivo subrayó que durante esos 181 días se celebrarán "más de 300 reuniones" que España debe preparar, coordinar y dirigir, lo que requiere mucha dedicación por parte de todo el Gobierno.

Aunque la UE tiene ahora un presidente estable en Herman Van Rompuy, Zapatero destacó que como presidente de turno de la UE tendrá que realizar un gran número de viajes internacionales en los próximos meses, entre los que subrayó uno a Japón y dos a Canadá

por el largo trayecto que implica.

Con el ánimo de que la Presidencia española de la UE sea un éxito, Zapatero pidió "ayuda" a la prensa para que contribuyan a dar a conocer a los ciudadanos los trabajos del semestre.

Por todos estos motivos, Zapatero aseguró que todavía no ha pensado en las vacaciones de Navidad, pues está centrado en atender sus numerosas responsabilidades políticas al frente del Gobierno.

Entre ellas se encuentra la huelga de hambre de 21 días de la activista saharaui Aminatu Haidar, sobre la que el presidente evitó referirse en los corrillos porque no quería "hablar de política".

También fue muy escueto al ser preguntado sobre la reforma que planea el Gobierno para cerrar páginas web que vulneren los derechos de propiedad intelectual. No obstante, destacó que "pronto" se encontrará una solución a esta controversia.

Por último, Zapatero no concretó si su esperada reunión con el presidente del PP, Mariano Rajoy, será antes de final de año o una vez comience 2010. Simplemente, bromeó con los informadores que se convocará por "sorpresa".