El Gobierno contó con la mayoría absoluta del PP y el apoyo de los diputados de Foro de Asturias y Unión del Pueblo Navarro para impedir que prosperaran las peticiones de devolución del texto al Gobierno.

"Ley sin consenso", "intervencionista", "retrógada" y "segregadora" fueron los epítetos contra la norma que se oyeron en mayor medida durante el debate, celebrado en sesión extraordinaria en el Senado por las obras que se realizan en la Cámara Baja.

Pese a la crítica casi unánime de la oposición, el ministro de Educación, José Ignacio Wert, mantuvo que la ley es necesaria por las altas tasas de abandono escolar y desempleo juvenil que hay en España, por los resultados académicos inferiores a la media de la OCDE y por la necesidad de “prestigiar” la Formación Profesional. “Tenemos unas debilidades muy acusadas en nuestro sistema educativo a las que se debe hacer lo posible para ponerles remedio”, afirmó Wert. “Esta ley no surge de de la nada”.

Por el PSOE, Mario Bedera dijo que la Lomce es “segregadora y elitista” y “desmonta el modelo de educación pública” atendiendo a intereses minoritarios como el de la jerarquía católica. Por estos motivos, Bedera subrayó que “nunca una reforma educativa había sido tan rechazada en el Parlamento ni contestada por la comunidad educativa, provocando una huelga general que por primera vez unió desde la educación infantil a la universitaria”. El portavoz del PSOE garantizó que el PSOE llegará hasta el Tribunal Constitucional si hace falta, para lograr que no se aplique una "ley que nace muerta" como la Lomce.

"INVOLUCIÓN"

Caridad García Alvarez, de Izquierda Plural, definió el proyecto como “antidemocrático”, “adoctrinador” y “recentralizador”. Los diputados de este grupo acudieron al hemiciclo ataviados con camisetas de la ‘Marea Verde’ con el lema: ‘Escuela pública de todos y para todos’”.

Por CiU, Martí Barberá, tachó la Lomce de “involucionista” y de ir “ contra la voluntad mayoritaria del pueblo catalán” con “un ataque directo al Estatut y a la Ley de Educación de Cataluña”. Joan Tardá, de ERC, aseguró que su partido no acatará la ley por su ataque al sistema educativo catalán.

Los reproches por una ley que ataca a la diversidad autonómica en la enseñanza también se oyeron por boca de los portavoces de PNV, Coalición Canaria y Grupo Mixto. UPyD puso el acento en la falta de consenso del proyecto.

En el turno de réplica, el ministro de Educación lamentó el tono "destructivo" de la mayoría de los oradores de la oposición, a los que acusó de no haberse leído el proyecto.