El PSOE, la Izquierda Plural y el Grupo Mixto habían registrado dos solicitudes para que Margallo acudiera a la Cámara Baja para dar cuenta del incidente diplomático suscitado y para pedir disculpas públicamente a un país socio y amigo. Sin embargo, el PP utilizó su mayoría absoluta para evitarlo al considerar que "no tiene justificación".

La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, exigió "explicaciones inmediatas" de Margallo por los "hechos tan torpes y lamentables" sucedidos con Evo Morales, al que lamentó que se haya ofendido "gravemente".

A su juicio, la comparecencia de Margallo es imprescindible para "dar explicaciones, pedir disculpas y resolver la crisis diplomática" abierta con Bolivia a raíz del 'caso Snowden'.

Valenciano aprovechó su intervención para pedir a Evo Morales "perdón por el error y por la ofensa" en nombre del PSOE, al considerar que el Gobierno de Rajoy no se atreve a hacerlo a pesar de que su actitud en este conflicto fue "más propia de la escopeta nacional que del siglo XXI".

La dirigente socialista subrayó que el avión de cualquier presidente es "inviolable", ya sea el de Mariano Rajoy, el de Barack Obama o el del propio Evo Morales. "Si hubiera sido el avión de un presidente europeo jamás nos habríamos atrevido a ir a echar un ojo", dijo. "El avión de Morales es más modesto pero es igual de inviolable".

El portavoz de la Izquierda Plural, José Luis Centella, denunció la "humillación" a la que se sometió en España a Evo Morales y pidió que Margallo acuda al Parlamento para manifestar públicamente sus "disculpas" al presidente de Bolivia.

Centella aseguró que en las relaciones internacionales hay que mantener la "dignidad" del país y advirtió de que si España se presenta en la comunidad internacional "como punta de lanza de Estados Unidos estamos dañando sus propios intereses".

La diputada del Bloque Nacionalista Galego Rosana Pérez tachó de "absolutamente antidemocrático e indigno" el comportamiento del Gobierno, que en su opinión llegó a tratar a Evo Morales "como un delincuente".

Pérez criticó especialmente la "dependencia política y moral" de Estados Unidos que España ha aparentado en esta ocasión, al no tener "decoro ni respeto" con el protocolo de las relaciones internacionales y al negar los principios de inmunidad diplomática y asilo a Morales y Snowden.

El diputado de Amaiur Jon Iñarritu tachó de "insólito" lo ocurrido con Evo Morales y acusó a Estados Unidos de enviar a "sus piratas europeos" para impedir que el analista de la CIA Edward Snowden huyese a bordo del avión presidencial de Evo Morales.

Iñarritu comparó el comportamiento de España con el del corsario Francis Drake, hasta el punto de provocar una "crisis entre estados" que confió en poder resolver cuanto antes.

Por su parte, la diputada de UPyD Irene Lozano avaló que Margallo acuda al Parlamento para asumir responsabilidades por el "papelón internacional" que ha protagonizado durante todo este conflicto.

Lozano acusó al ministro de Exteriores de "encubrir" el espionaje de Estados Unidos a los países europeos y de minimizar lo ocurrido con Snowden para defender los intereses de la gran potencia.

Finalmente, el portavoz de Exteriores del PP, José María Beneyto, anunció que su partido impedirá la comparecencia del ministro de Exteriores al entender que el Gobierno mantuvo "una posición acorde con la soberanía nacional, absolutamente estricta y rigurosa con la legalidad internacional".

Beneyto afirmó que España nunca retrasó el permiso para que Morales sobrevolase la Peníncula, cuyo espacio aéreo permaneció "siempre abierto" para el presidente de un país amigo, y que hizo las gestiones correspondientes "con diligencia y celeridad".

Finalmente, criticó que la oposición caiga "en el argumento neocolonial e imperialista" que están utilizando Bolivia y Venezuela en esta crisis, lo que supone un "antiamericanismo trasnochado y absolutamente sobrepasado" para un caso como este.