Garoña entra en fase de desmantelamiento pero Nuclenor no descarta seguir explotándola
- Garantiza que mantendrá la plantilla
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La Central Nuclear de Santa de María de Garoña (Valle de Tobalina, Burgos) cesará mañana, sábado 6 de julio, su actividad e iniciará la fase de predesmantelamiento de la planta, según un comunicado de la empresa propietaria Nuclenor, en el que no se descarta la solicitud de una autorización para explotar la planta.
En un comunicado, tras la orden de Industria, Nuclenor aclara que "la situacio´n administrativa de la central es la de cese de actividad y comienzo de la fase de predesmantelamiento de la instalacio´n que tendra´ una duracio´n au´n no definida".
Como consecuencia de este cambio, la propietaria dice que "la organizacio´n y las actividades se ira´n adaptando progresivamente" pero que "en el periodo de transición no tomara´ decisiones irreversibles para la operacio´n de la central, manteniendo la plantilla de la empresa y desarrollando un conjunto de actuaciones de planificacio´n y mantenimiento adicionales a las actividades de cese".
Por ultimo, la compañía asegura que continuara´ adoptando "todas las medidas necesarias que garanticen la seguridad" de la central, y "no renuncia a la posibilidad de solicitar una renovacio´n de la autorizacio´n de explotacio´n de la central en caso de que las condiciones asi´ lo permitiesen".
Nuclenor, participada en un 50% por Iberdrola y Endesa, tenía autorización para la explotación de la planta hasta mañana, sábado.
Precisamente, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó este viernes que el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, firmó la orden de cese de actividad de la central pero que el Ministerio “va a iniciar las modificaciones normativas necesarias para contribuir a que pueda continuarse con la actividad en la instalación si fuera posible”.
El propio ministro José Manuel Soria avanzó en sede parlamentaria el pasado 19 de junio que trabajaba en la orden que determina el cese de explotación y cierre de la central nuclear porque la "modificación" del plazo de autorización que solicitó Nuclenor "no ha podido ser conseguida".
El titular de Industria indicó que se está analizando la situación en relación a la regulación de ese cese definitivo de explotación, ya que el cese se produce "por razones distintas" a las de seguridad nuclear, al tratarse de motivos económicos.
La compañía había solicitado el pasado 16 de mayo un escrito a Industria solicitando la revocación parcial de la orden ministerial del 29 de junio de 2012 con el fin de mantener abierta la posibilidad de solicitar la renovación por un año de la autorización vigente, manteniendo la central parada. Tras ello, el CSN dio el visto bueno a esta ampliación por un año del plazo para pedir la prórroga de su vida útil, pero con la salvaguarda de que deberá permanecer en "situación de parada segura y sin combustible en el reactor". Sin embargo, el tiempo se echó encima del Ministerio y Soria argumentó que no había podido hacer la “modificiación” requerida por Nuclenor.
TRAYECTORIA
La situación actual de parada de Garoña se remonta al 6 de septiembre de 2012 cuando expiró el plazo para que Nuclenor solicitara la renovación de la autorización de explotación de la planta. La compañía argumentó que, ante los nuevos impuestos establecidos por el Gobierno, la situación era económicamente inviable, ya que estimaban que se obliga a la central a contar con "impuestos adicionales en 2013 valorados en 153 millones de euros", un 30% más, a lo que se suman los 120 millones en obras que deben invertir derivados de las pruebas de resistencia tras el accidente de Fukushima (Japón).
Ante esta situación, a las 22.57 horas del pasado 16 de diciembre, Garoña se desacopló de la red eléctrica y paró su reactor. Desde entonces, la planta ha permanecido "parada" y los trabajadores de la misma actuando en tareas de mantenimiento que permitieran a la central volver al funcionamiento.
Cuando Nuclenor comunicó su decisión de cese definitivo de la actividad de Garoña en diciembre de 2012, ya indicó que éste quedaba supeditado a dicho informe porque entiende que determinará si es viable o no la continuidad de la planta, tras la entrada en vigor de los nuevos impuestos del sector energético.
En su consulta, Nuclenor cuestionaba a Hacienda si el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y residuos radiactivos tiene o no carácter retroactivo.
El pasado 2 de abril, la planta cumplió su 40 aniversario. Al cierre de 2012, en Garoña trabajaban cerca de 300 empleados de Nuclenor, que pese a que no hay actividad siguen con las labores de mantenimiento de la planta nuclear más antigua de España. Durante su último mes, la producción fue del 50,96% y el factor de operación quedó en el 51,47%.
Cuando la central estaba al 100% producía 466 MW, lo que la convierte en la que menos produce de las seis centrales nucleares que operan en España, ya que aporta el 5,9% de la producción nuclear generada por los ocho reactores (Almaraz y Ascó cuentan cada una con dos reactores).
En 2012, la central produjo 3879,688 Gwh y su factor de carga, que es la diferencia entre lo producido y lo que hubiera generado en el mismo tiempo al 100%, fue del 94,78%. Si bien, desde que empezó su actividad en marzo de 1971, la planta ha producido 133.335,0737 GWh y su factor de carga se sitúa en 78,67%.
La patronal eléctrica Unesa reconoce en su memoria anual 2011 que "el cierre de la instalación para julio de 2013 (como inicialmente está previsto su cese de actividad) supone un empeoramiento de las condiciones de garantía de suministro".
En las instalaciones nucleares de Santa María de Garoña trabajan alrededor de 770 personas, de las que la mayoría pertenecen a varias empresas y, unas 300 a Nuclenor. En España, la producción de energía eléctrica nuclear ronda el 20% del total de la producción del sistema eléctrico nacional.
CIERRE
En el caso de cierre definitivo, el desmantelamiento de la central pasará, primero, por dejar enfriar el combustible que está en la piscina de la planta y que se sacó del reactor cuando se adoptó la decisión de parada. Este combustible (uranio), según indicaron a Servimedia fuentes del sector, permanecerá en la piscina alrededor de dos años y medio, como mínimo, hasta que se enfríe.
El desmantelamiento de la planta es un proceso que durará años, como el caso de la central de José Cabrera, más conocida por el lugar en el que se encuentra, Almonacid de Zorita (Guadalajara), cejó su actividad en mayo de 2006 tras 38 años de actividad ininterrumpida y aun está en su enclave.
Al no existir en España todavía un Almacén Temporal Centralizado (ATC) para ubicar los residuos de alta actividad que producen las centrales hasta que se construya un emplazamiento definitivo, la central aloja todos los elementos combustibles gastados desde que inició su producción en marzo de 1971.
(SERVIMEDIA)
05 Jul 2013
MML/gja