Tras el derrocamiento del presidente Mohamed Morsi a manos del ejército y la suspensión de la Constitución, Valenciano afirmó que “es fundamental que en esta situación tan compleja con un país dividido, todas las fuerzas políticas implicadas acuerden urgentemente una salida pacífica para regresar lo antes posible a un proceso democrático que, esta vez sí, cumpla con las expectativas de la sociedad egipcia y permita afianzar la transición iniciada tras el fin del régimen de Mubarak".

Señaló que que “la solución no puede pasar por volver a una situación en la que el Ejército domina y controla el espacio político" porque eso "no es el cambio democrático por el que la gente en Egipto ha luchado desde el inicio de la primavera hace más de dos años".

A su juicio, los grandes retos que afronta en este momento Egipto son la celebración de nuevas elecciones presidenciales y legislativas, la formación de un gobierno civil más inclusivo y forjar un amplio consenso en torno a un nuevo texto constitucional.

“El pueblo egipcio está luchando por su libertad desde hace dos años y medio y debemos evitar que más ciudadanos sigan arriesgando su vida y muriendo cuando reclaman democracia, libertad y dignidad”, dijo.