Rubalcaba inauguró el “Diálogo entre la ecología y la economía” organizado por el PSOE en la escuela de verano Jaime Vera, donde reiteró la intención del partido de recurrir la Ley de Costas ante el Tribunal Constitucional y derogarla en todo caso cuando vuelva a gobernar, aunque posiblemente sus efectos no tengan “vuelta atrás”.

Aseguró que la preocupación por el medio ambiente tiene que estar entre las prioridades del proyecto renovado del PSOE, y dio la razón al secretario de Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Hugo Morán, al subrayar la necesidad de pasar “de la normativa ecológica a la ecología normativa”.

Ya no se trata de legislar y después comprobar el impacto en el medio ambiente, sino de tener en cuenta ese elemento “clave” en el mismo momento de diseñar la legislación.

Rubalcaba alertó de la necesidad de gestionar el patrimonio medioambiental con la premisa de que “no es nuestro”, que es finito, y que hay que preservarlo para las generaciones futuras.

A la seguridad “física” en sentido de “orden público” que garantizó el estado liberal, y a la seguridad social que llegó después, hay que unir ahora, en su opinión, la seguridad medioambiental.

No se trata de que quien contamina paga, porque eso puede implicar que quien puede pagar, puede contaminar, sino de utilizar la fiscalidad como forma de impedir el deterioro medioambiental, y no solo como fuente de recaudación.

En ese sentido, invitó al PP a aplicar la austeridad que predica también a los recursos naturales, a lo “dilapidarlos”, como hace, por ejemplo, con la Ley de Costas.

Rubalcaba se mostró convencido de que el medio ambiente puede ser visto como una “oportunidad” de crecimiento económico y creación de empleo, en un país como España, “muy competitivo” en gestión de aguas y residuos o el desarrollo rural, teniendo en cuenta además que el patrimonio natural “no es deslocalizable”, está donde está.

Insistió en que no hay derecho a “dilapidar” el patrimonio natural en el que tendrán que vivir las generaciones futuras, y llamó a verlo como una oportunidad para salir de la crisis “de forma sostenible en sentido amplio, económico, social y medioambiental”.