"El Estado no está legitimado para permitir el crimen", afirman y aseguran que el aborto "es una directa violación del derecho fundamental a la vida del ser humano. Determinar lo contrario, aunque quiera legitimarse a través de los votos del Parlamento, es atentar contra la misma democracia y la convivencia pacífica de los ciudadanos".

Los movimientos quesuscriben esta nota apelan a la conciencia y a la dignidad de los políticos, "especialmente los que se manifiestan católicos, militantes de partido de izquierda o de derecha, para que en un asunto tan grave no se dejan someter por la disciplina de partido".

También advierten que, de prosperar la iniciativa del Gobierno, "supondrá un cambio radical en la filosofia interna de nuestra legislación", y subrayan que "entre despenalización y legalización hay una diferencia tan evidente como es la de pasar deconsiderar el aborto como un delito a considerarlo como un derecho amparado por la ley".