Las presidentas del EWL y de Celem, Viviane Teitelbaum y Rosa Escapa, respectivamente, se reunieron hoy con Gustafsson para transmitirle un "urgente llamamiento a la solidaridad" y pedirle su apoyo para garantizar que la reforma de la legislación española vigente sobre el aborto no suponga "un retroceso" para las mujeres.

En opinión de las dos organizaciones, el Ejecutivo español ha propuesto la derogación de la actual ley de plazos y la vuelta a una ley de supuestos "mucho más restrictiva que la norma de 1985".

"Bajo la nueva legislación las mujeres no tendrán derecho a decidir su maternidad libremente, sino que será el personal sanitario y otras personas quienes decidan por ellas", afirmaron.

Además, las dos entidades temen que, con la reforma, se elimine la posibilidad de interrumpir el embarazo cuando exista malformación fetal y que se fiscalice "el supuesto riesgo" de la salud de la madre, "dificultando y criminalizando la decisión de las mujeres sobre sus propios derechos reproductivos".