En la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Rubalcaba preguntó al presidente si cree que su política de investigación, desarrollo e innovación es “la que necesita España”.

El presidente aseguró que considera la investigación la “pieza clave” de la competitividad de un país y un “activo esencial” para poder competir con los países del entorno. “Nuestro talento no debe ser desaprovechado” y los investigadores “deben tener más y mejores oportunidades”, sentenció Rajoy.

Subrayó a continuación varias “debilidades” del sistema de investigación en España, como la “baja intensidad” en las empresas, que se queda en la mitad de la media europea aunque “va mejorando” y a pesar de que la inversión pública está “alineada” con los países del entorno.

Señaló también la “escasa” utilización de financiación europea, no tanto en empresas pero sí en universidades y “los problemas presupuestarios que usted conoce”.

Para solventarlo, el presidente desgranó algunas de las medidas contenidas, por ejemplo, en la ley de apoyo a los emprendedores, con un “esfuerzo mayor” este año después de los recortes de los últimos años, todo con el objetivo de dar “un impulso” a ese factor de competitividad.

Rubalcaba destacó el “unánime y rotundo” rechazo de la comunidad científica a la política del Gobierno, y recordó que él mismo le alertó de que los datos enviados a Bruselas “no eran ciertos” porque el gasto cayó en 2012 y este año lo está haciendo “aún a más velocidad”.

Subrayó que España no puede renunciar al objetivo de destinar el 3% del PIB a investigación, desarrollo e innovación en 2020 porque en ciencia “parar es retroceder”, y denunció que detrás del “desprecio presupuestario” se esconde un modelo basado en ganar competitividad bajando salarios, lo cual es “injusticia para hoy y hambre para mañana” porque no se podrán reducir indefinidamente y siempre habrá países dispuestos a seguir compitiendo a la baja.

Pidió por ello al Gobierno “que no desprecie” a los investigadores, que los reciba porque merecen “atención y respeto”, y que no los castigue dejándolos sin subvención porque su comunidad autónoma no cumple el objetivo de déficit.

Aseguró que en España no hay “fuga de cerebros” sino “expulsión”, y para frenarla le pidió que convoque las becas, los contratos y las plazas “a tiempo”. En definitiva, “que para intentar arreglar el presente no se cargue usted el futuro”.

El presidente insistió en que contempla la investigación como un “elemento clave” para la competitividad y por eso “en cuanto recuperemos la normalidad presupuestaria, porque estamos en una situación de extrema dificultad”, se verá plasmado en los Presupuestos.

Negó que el Gobierno “desprecie” a los científicos y promueva su “expulsión” y para dar prueba de ello desgranó de nuevo las medidas aprobadas, como la recuperación de las bonificaciones en las cotizaciones para el personal investigador, y anunció también en los próximos días un crédito extraordinario para el CSIC y para el Plan de I+D+I.