Gallardón se refirió a este asunto en la sede de su departamento, en Madrid, donde este lunes inauguró la 11ª Sesión del grupo de trabajo hispano-francés de cooperación judicial contra el terrorismo.

En la mesa inaugural participaron, además del ministro, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes; Fréderic Baab, consejero diplomático de la ministra de Justicia francesa; y François Falleti, fiscal de Sala de la Corte de Apelación de París.

En su intervención, Gallardón agradeció a los jueces y fiscales franceses su colaboración de las últimas décadas contra ETA, ya que esta ayuda ha sido un “pilar básico” para lograr la derrota de la banda terrorista.

El responsable de Justicia aseguró que por esta cooperación España tiene una “deuda profunda” con las autoridades galas, ya que su asistencia en este campo ha permitido reducir definitivamente la “capacidad criminal” de la banda etarra.

“ESTRUCTURAS DE APOYO”

Sin embargo, el ministro dijo que esta situación de debilidad en la que se encuentra ETA “no es suficiente”, ya que hay que ”culminar” este proceso y alcanzar el “objetivo final”. Explicó que este objetivo último es la “total disolución y desmantelamiento” de la organización terrorista, a lo que debe sumarse el acabar con “sus estructuras de apoyo”, ya que esto es necesario para que el fin de esta amenaza sea definitivo.

Gallardón aseguró que las jornadas inauguradas este lunes entre jueces y fiscales españoles y franceses se celebran en un momento en el que ETA, aunque “muy debilitada”, sigue existiendo, por lo que “sigue siendo una amenaza para la seguridad de los Estados español y francés y de sus ciudadanos”.

Por su parte, el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, destacó la “franca y sincera” cooperación judicial entre España, que dijo que es un modelo para la integración en este terreno que debe existir en la Unión Europea.

Además, el responsable de los fiscales se refirió a que la cooperación hispano-gala debe incidir más en el futuro en peligros como el terrorismo islamista, debido a que la amenaza de ETA, aunque sigue existiendo, tiene un “horizonte más reducido”.