Los resultados del informe ponen de manifiesto cinco ideas clave: el 60% de la pérdida de confianza democrática de los españoles se registró en el año 2012, hay una creciente desconfianza hacia Europa, la democracia está cada vez “más intervenida”, las políticas económicas actuales no son sostenibles y la sociedad se ha quedado “politicamente huerfana”.

Barreiro explicó que la insatisfacción democrática en España tiene dos motivos fundamentales, que los ciudadanos creen que los procesos electorales no son útiles y que la actual crisis política provoca una crisis democrática.

Por su parte, el profesor de Sociología de la Facultad Ciencias de la Información de la Universidad Complutense Ignacio Urquizu puntualizó que la pérdida de confianza democrática en el último año se debe a la fuerte influencia del poder económico frente al político, a que el control al Gobierno se ha deteriorado mediante la aprobación de los Decreto-Ley, y a la intervención de Europa en materias que no le corresponden.

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, Luis Ayala, presentó las principales conclusiones en materia de desigualdad analizadas en el estudio, donde España aparece como el tercer país de la Unión Europea con más desigualdad registrada. En cambio, otros como Grecia, Portugal o Irlanda, que también han recibido ayuda económica de la UE, obtienen mejor nota.

Ayala añadió que la creciente desigualdad se debe a las débiles redes de protección social y destacó como elementos principales en el aumento la desigualdad la explosión del desempleo, la forma en la que se distribuye el desempleo en los hogares españoles, la desigualdad entre salarios bajos y medios, y la debilidad de nuestro sistema distributivo.

Barreiro expuso dos soluciones para que la actual desconfianza democrática de los españoles no siga descendiendo, apostar por el desarrollo de políticas públicas y conceder a los ciudadanos mayor protagonismo politico.