El barómetro ha analizado 4.320 empresas innovadores de 10 países de todo el mundo. En estas empresas las tres prioridades estratégicas para su crecimiento son: la innovación en productos y servicios (37%), asegurar el aumento de la financiación (16%) y reducir los gastos y desarrollo internacional (12%).

Para el 24% de las empresas españolas, la prioridad es la innovación, seguida de la reducción de los costes globales (18%) y el desarrollo internacional (13%).

España y Portugal se encuentran en cabeza en lo que se refiere a pérdida de financiación, al disminuir ésta en mayor medida que en otros países (34% en España y Portugal, frente al 22% de media en el resto de países analizados). Además, el pronóstico es alarmante para el nuevo ejercicio, en el que se prevé una disminución de la financiación que afectaría a alrededor del 45% de las empresas de España.

Otra de las conclusiones a destacar es que en 2012 la I+D+i ha sido financiada principalmente con los propios fondos de las empresas (hasta el 53% de la inversión), correspondiendo el 47% restante a financiación externa, de la cual la financiación pública supuso un 55% y la privada un 45%.

El impacto de la financiación externa en las empresas españolas ha sido menor que en el resto de países, dado que solo el 27% aumentó en volumen de negocio, frente al 59% del resto de países; un 19% aumentó el número de innovaciones disponibles en el mercado, frente al 60% de los demás países, y un 20% aumentó los acuerdos para I+D.

Las deducciones fiscales por I+D siguen siendo la opción de financiación mayormente utilizada en Europa. El 58% de los encuestados las utiliza y el 18% se ha deducido por primera vez. Las grandes corporaciones son las que recurren a ellas principalmente (92%), seguidas por las grandes empresas (74%), pymes (66%) y micropymes (47%).

En España, el 55% de las empresas utilizan las deducciones fiscales para la financiación de la innovación. Este sistema sirve como ayuda para mejorar la tesorería (el 45% de los encuestados en España), para el mantenimiento del empleo (el 18%), y como reinversión de las deducciones en I+D (el 29%).

Entre los obstáculos que se encuentran a la hora de materializar esta opción destacan las actividades no deducibles (28%), incentivo con poco interés financiero (21%), la falta de conocimiento sobre el mecanismo (15%) y su complejidad (17%).

Las conclusiones del estudio revelan que la inversión en innovación es imprescindible para desarrollar un liderazgo global y una creación de valor, que España necesita un cambio en el modelo productivo que atraiga a las empresas líderes en tecnología e I+D+i para desarrollarla en el país (tanto nacionales como internacionales) y unas políticas de fiscalidad que inviten a estas empresas a asentarse en España.

España está en quinto lugar como opción para establecer un centro de investigación, teniendo en cuenta el coste de los investigadores y el riesgo asociado. Los expertos que han realizado el barómetro resaltan la presencia de 121 empresas que utilizan el Patent Box (fomento del I+D y atracción de empresas extranjeras) y prevén un potencial de desarrollo muy prometedor para el país.