El acto está diseñado para que algún miembro de la Mesa del Congreso lea una declaración institucional pactada con los grupos. Después, el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, hará un breve discurso.

Se mantiene, por tanto, el formato de las tres convocatorias anteriores, que fue motivo de discrepancia con algunas de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que acabaron por no acudir a la cita.

El pasado año, el tercero que se celebraba el homenaje coincidiendo con día de recuerdo a las víctimas, varias asociaciones representativas no acudieron a la cita por entender que no se les permitía “tener voz” en el acto y por permitir la entrada en las instituciones a los “proetarras”.

Tampoco estuvo ningún representante de Amaiur que optó por no tener presencia en un acto que consideró "parcial y no integrador" y que realizó su propio tributo "a todas las víctimas" frente al árbol de Gernika.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), mayoritaria entre todas las que existen, se negó a acudir al Congreso para “hacerse una foto" con los políticos, y dió plantón' por segundo año consecutivo a las Cortes Generales.

Tampoco acudió la Fundación Gregorio Ordóñez y la asociación catalana de víctimas de organizaciones terroristas que rechazaron la invitación por su decisión de no participar en ningún acto "para lucimiento de los políticos".

La fecha del 27 de junio fue elegida para homenajear a las víctimas porque coincide con el día en el que ETA, en 1960, asesinó al bebé Begoña Urroz, que está considerada la primera víctima de la banda terrorista.