"Ajuste, recorte y austericidio. Esta es la fórmula de Ana Botella” en lo que el portavoz socialista llamó “el año que vivimos resignadamente", en un guiño irónico a la popular película de título similar.

En el debate sobre el estado de la ciudad de Madrid, en el Pleno de Cibeles, Lissavetzky atribuyó a Botella “una ciudad con más deuda, con menos servicios públicos y que atiende cada vez peor a menos ciudadanos”.

Le recordó que en su día se comprometió a no reducir las prestaciones, pero “incluso ha introducido copago donde no lo había”, denunció.

De igual modo, le reprochó que “cada hora del pasado año, un joven huyó de Madrid para buscar un futuro que aquí se le niega”, y afirmó, en relación con el caso del ‘Madrid Arena’, no haber estado a la altura de las circunstancias”, a partir de cuyo suceso, subrayó, “usted va a estar marcada por esa pésima gestión del caso”.

En materia económica, explicó que la brecha norte-sur está creciendo y “la M-30 es ya una línea divisoria”, citando como ejemplo que entre el distrito de Retiro y el de Puente de Vallecas se produce un 35% de desigualdad. Agregó que el 43% de parados de Madrid se concentran en seis distritos del sur, lo que supone el 34% de la población, por lo que se preguntó “si esta es la ciudad ganadora de la que habla Botella”.

Concluyó su intervención acusando a Botella de vivir “resignada en su palacio, que no es de cristal sino de piedra”, y, citando a Benedetti, “inmóvil al borde del camino”.

Por su parte, David Ortega, portavoz de (UPyD), corrigió a Botella y aseguró que Madrid tiene una deuda de 8.000 millones de euros, tras recordar que su equipo de gobierno heredó ‘per ser’ una inestabilidad financiera que generó el mismo partido que ahora le da soporte.

Se preguntó una vez más por la inestabilidad del gobierno municipal, del que dijo que "es un tiovivo, ¡y tienen mayoría absoluta!”, y lamentó que en su discurso hablara “mucho de Madrid2020 y poco de desahucios. Y es ése el problema de los madrileños", le reprochó.

“¿Por qué han dejado de gastar 82 millones de euros en servicios sociales?”, inquirió a Botella, a quien le recordó, además, que “han doblado el precio de las escuelas de música y suprimido becas de comedor”. “¿Eso es cohesión social?", clamó.

Aseguró que la “deuda vida” del Ayuntamiento de Madrid es superior a los 8.000 millones de euros entre el Ayuntamiento y las empresas municipales y criticó que aún se tarde 194 días en pagar a los proveedores.

El portavoz de IU, Ángel Pérez, incidió en cada uno de los aspectos señalados por el resto de portavoces de la oposición y brindó el eslogan más divertido de la sesión plenaria, al bautizar el discurso de Botella con el “¡Ya es primavera en Cibeles. Tenemos un gobierno de temporada!”.

Cerró el turno de los grupos políticos el portavoz del PP, Enrique Núñez, quien destacó que “lo importante es que el proyecto no cambia”, sea quien sea el alcalde, pues “es un proyecto firme y sólido en defensa de los intereses de los ciudadanos, un proyecto que cuenta con 31 concejales que se levantan todos los días con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los madrileños”.