31 detenidos en España en una redada europea contra el robo de metales
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Un total de 31 personas han sido detenidas en España en una operación conjunta en la Unión Europea (UE) contra el robo de metales y cables. Entre los objetivos de la redada estaban las bandas que sustraen cobre de lugares como el alumbrado público e instalaciones en obras.
Según informó la Policía, esta iniciativa, denominada “Action Day”, se ha desarrollado en 17 estados de la UE durante los pasados 27 y 28 de mayo.
En lo que se refiere a España, esta operación se ha saldado con 665 inspecciones en centros de gestión de residuos sólidos, que han llevado a la incautación de 47 toneladas de metales y a la detención de 31 personas.
Esta redada europea contra los ladrones de metales ha estado coordinada por Europol. Con esta iniciativa se ha pretendido incrementar el control de los diferentes establecimientos en los que se aceptan de manera ilegal todo tipo de metales "sin hacer preguntas".
Además de llevarse a cabo inspecciones en las chatarrerías, se han revisado obras en construcción y se han realizado controles en el transporte por carretera y ferrocarril. Los países que han participado han sido Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Países Bajos, Portugal, Rumania, España y Suecia.
GRAVES PERJUICIOS
La Policía explicó que “el metal robado a menudo se transporta a través de varias fronteras y se vende, como chatarra o para su reciclado, muy lejos del lugar donde ha sido sustraído”.
La información reunida durante el “Action Day” será analizada por especialistas policiales de Europol con el fin de identificar los principales modos de actuación y para establecer posibles conexiones entre personas y bandas que participan en este comercio ilegal en Europa.
Asimismo, la Policía destacó que el robo de metales “ocasiona graves perjuicios a las instituciones de todos los ámbitos”, ya que “la valoración de los daños, va más allá del propio valor de los cables cortados, ya que para poner de nuevo en servicio estas instalaciones se requiere la contratación de empresas especializadas, peticiones de material, abono de indemnizaciones a los usuarios afectados, etc”.
Además, al perjuicio económico y social que este tipo de hechos delictivos supone, también conllevan un gran peligro para la vida de los autores, puesto que el material que manipulan soporta corrientes de alta tensión de miles de voltios.
(SERVIMEDIA)
04 Jun 2013
NBC