Gobiernos de todo el mundo se comprometen a regular el comercio de armas

MADRID
SERVIMEDIA

Gobiernos de todo el mundo firman este lunes en la sede de Naciones Unidas el Tratado de Comercio de Armas (TCA), que según Intermón Oxfam protegerá a millones de personas que viven con el temor diario a la violencia armada y en riesgo de violación, agresión, desplazamiento y muerte.

Y es que, prosigue la citada Organización No Gubernamental, más de 500.000 personas mueren cada año a causa de esta violencia armada, que, confía, mermará con la firma de este tratado.

El TCA es, señala Intermón, el primer acuerdo vinculante a escala internacional que reglamenta el comercio de armas y municiones, un negocio que mueve 85.000 millones de dólares anuales.

Entre los Estados que lo ratifican figura España, que ha apoyado de manera determinante este proceso y que ya cuenta con una ley nacional que regula este comercio.

Otros de los países que se suman a la firma son "algunos de los que más armas exportan, como el Reino Unido, Alemania y Francia, así como exportadores emergentes, tales como Brasil y México", indica la ONG, que señala también que a lo largo de este año, se espera la firma del Gobierno de Estados Unidos.

En la lista de los signatarios se encuentran también ocho de los países más afectados por la violencia en el mundo, "lo que contribuirá a hacer más difícil que el tráfico ilícito de armas cruce sus fronteras".

Estados asolados por conflictos, como la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, están a la cabeza en el proceso de aprobación del tratado, en un esfuerzo por proteger a millones de personas desplazadas de sus hogares debido a la violencia armada.

La coalición 'Armas bajo control', que representa a más de 100 grupos de la sociedad civil que han luchado durante más de una década en favor del tratado, apunta que los países que firmen hoy el documento deben adherirse inmediatamente a sus normas.

Tal adhesión, concreta, habrá de llevar a cabo evaluaciones exhaustivas de los riesgos de cada transferencia de armas antes de realizarse. Asimismo, los gobiernos tendrán que analizar el riesgo de que las armas o municiones caigan en manos equivocadas o se utilicen para cometer violaciones de los derechos humanos.

(SERVIMEDIA)
03 Jun 2013
IGA/gja