Esta tarjeta pretende ser un instrumento para facilitar la acreditación de la discapacidad, ayudar a mejorar la integración social, la igualdad de oportunidades y la autonomía de las personas con discapacidad. Además, los titulares de la tarjeta podrán disfrutar de determinadas ventajas y beneficios en el ámbito de la cultura, la movilidad, el deporte y el ocio.

Los residentes en Cataluña con una discapacidad igual o superior al 33% y un certificado oficial, es decir, unas 424.086 personas, podrán solicitar la tarjeta a partir del 4 de diciembre para acreditar "de forma ágil y práctica" su discapacidad.

La tarjeta, que debe presentarse acompañada de un documento de identidad, incluye datos personales del titular, su DNI o NIE en Braille, el grado de discapacidad, si necesita una tercera persona, su movilidad y la validez, que puede ser definitiva o temporal. Se renovará cada tres años o de forma automática si cambia el grado de discapacidad.

En esta línea, Montilla aseguró que "queda mucho camino por recorrer" pero, dijo, "hay motivos para seguir luchando".

Del mismo modo, destacó que "así continuaremos porque vemos el ejemplo de lucha y esfuerzo diario" de las personas con discapacidad y, aseveró, "no hay excusa que valga para no seguir trabajando a su lado".