Estos agentes, que pertenecen a la Comisaría General de Policía Científica, están integrados dentro de la Unidad Central de Identificación.

Según Policía Nacional, en 2012 pusieron nombre y apellidos a otras 69 personas de identificación especialmente compleja, dado el estado de conservación de los cuerpos.

Uno de sus últimos trabajos tuvo lugar el pasado fin de semana, cuando lograron identificar plenamente a dos cadáveres que aparecieron semienterrados en un huerto de una pedanía murciana: Ingrid Visser y Lodewijk Severin.

La información obtenida tras el estudios de los cadáveres y las inspecciones técnico-policiales efectuadas en el lugar de la localización de los cuerpos y en los distintos registros permitió en pocas horas no sólo identificar a las víctimas sino detener a los autores de los hechos.

Además, en 2012 agentes de este cuerpo se desplazaron a Honduras para colaborar en la recuperación de cuerpos tras el incendio de una cárcel de Comayagua.

Allí consiguieron identificar a 198 personas de forma rápida y segura, gracias al sistema de formulación y clasificación español.

Una vez descubierto un cadáver y realizadas todas las pruebas pertinentes, la información recogida se incorpora en la Base de Datos de Personas Desaparecidas y Restos Humanos sin Identificar (PDYRH) que comparten la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías autonómicas del País Vasco, Cataluña y Navarra.

Esta base de datos pretende la integración de las denuncias de desaparición y los cadáveres anónimos con la finalidad de identificar a estos últimos.

Para consultar este registro, se introducen los datos disponibles y el sistema devuelve una respuesta con los posibles expedientes que presentan coincidencias, que deberán ser analizados de forma directa y minuciosa por los expertos para comprobar si es posible la identificación plena.