Francisco Caja, presidente de Convivencia Cívica, dijo a Servimedia que esta pitada al heredero de la Corona es consecuencia de una política “totalmente errónea” por parte del Estado a la hora de hacer frente al secesionismo catalán.

A su juicio, esta pitada, aunque pueda no tener relevancia legal, se suma a otras actuaciones registradas anteriormente en Cataluña y que, a su juicio, sí que deberían haber tenido “significación penal”, como la quema de banderas españolas y de retratos del Rey.

Sin embargo, destacó que “la Fiscalía ha amparado todo este tipo de acontecimientos”, al no actuar más contundentemente en estos casos. “La permisividad frente a actuaciones delictivas es intolerable”, aseguró.

Según Caja, “ya va siendo hora de que se haga respetar la ley en Cataluña, en esto y muchas otras cosas”, en referencia a determinadas iniciativas de la Generalitat, como no aplicar las sentencias del Tribunal Supremo que obligan a ofrecer enseñanza en castellano.