Tarquis hizo esta afirmación después de que la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados propusiera una iniciativa para retirar la simbología religiosa de los edificios públicos.

En declaraciones a Servimedia, el portavoz de la Alianza Evangélica aseguró que retirar los símbolos religios es “la solución ideal” para un Estado laico, porque los espacios públicos "deben ser neutrales”, no tener ninguna simbología, tanto religiosa como política.

Indicó que “nadie lo debe interpretar esta medida como un ataque a la religión cristiana”, y recordó que ellos tienen también la cruz como símbolo, y, en su opinión, la simbología religiosa tiene que estar en un lugar de encuentro.

Por eso, defendió el uso la simbología de cada confesión en el plano personal y en lugares de encuentro, y reiteró la convicción de que “en un espacio público, de uso público y de propiedad pública, no se debe usar ninguna simbología de ningún tipo”.