Según esta encuesta, los socialistas registran a día de hoy una lealtad de voto del 71,1%, bastante escasa si se compara con el 87,6% que registra el PP, el partido que mantiene una mayor cota de fidelidad, "aun sin lograr ganancias netas destacadas entre los nuevos votantes, ni entre los votantes desencantados procedentes de otras formaciones", precisa la revista.

De los 30 votantes de cada 100 que perdería el PSOE, 6,9 optarían por abstenerse, pero, entre el resto de partidos, el principal beneficiario de la evasión de votos socialistas, muy por delante de IU, UPyD, CiU y otros, sería precisamente su mayor rival, el PP, que captaría a 5,2. Por el contrario, sólo el 0,3% de quienes votaron en 2008 a los populares lo harían hoy por el PSOE.

Paradójicamente, los socialistas saldrían ganando con creces en su intercambio de votantes con IU y el PNV, dado que el 10,5% de los ciudadanos que en 2008 se decantaron por la coalición liderada por Gaspar Llamazares se pasarían ahora al PSOE, y un nada despreciable 6,2% de los antiguos electores "jeltzales" se pasarían hoy al partido que les ha desplazado del poder en Vitoria.

Otros trasvases de votos destacados son los que benefician al PP, que se haría hoy con otro 6,2% de los apoyos del PNV en 2008, y con un 4,8% de los de CiU; ambos datos avalan el intento de los populares de mejorar su rendimiento en Euskadi y Cataluña. El PP también arrebataría un 13,3% de los votantes de UPyD, que, a cambio, sólo captaría el 1,3% de los del PP (casi el doble, con todo, de los que arrebataría al PSOE).