Éste es uno de los datos más llamativos expuestos en el V Congreso Mundial para el Combate de la Falsificación y la Piratería, que concluirá mañana en Cancún (México), según informó hoy la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), una de las entidades organizadoras.

Este congreso, también auspiciado por la Policía Intenacional (Interpol), cuenta con la asistencia de más de 500 delegados de gobiernos, aduanas y empresas de unos 30 países, y tiene el objetivo de buscar soluciones a la falsificación y la piratería como amenazas a la economía internacional.

El director general adjunto de la OMPI, Yo Takagi, explicó que este organismo de la ONU ha adoptado un enfoque incluyente que promueve el respeto a la propiedad intelectual y permite a la comunidad internacional valorar y fomentar la cooperación entre los sectores público y privado y entre los gobiernos.

"Las difíciles condiciones económicas que afrontan los gobiernos, las empresas y los ciudadanos en todo el mundo frente a la escalada de los bienes falsificados ponen de relieve la necesidad de encontrar soluciones prácticas, realistas y efectivas para reducir el impacto negativo de la falsificación y la piratería", dijo.

Por su parte, el secretario general de la Interpol, Ronald Noble, llamó a no subestimar la amenaza que suponen estos delitos para la salud de las personas y las economías nacionales.