El proceso judicial resuelto por el Tribunal Supremo se inició en el año 2004 cuando Pantoja presentó una demanda ante los juzgados de Alcobendas (Madrid) en la que acusaba a Zaldívar de haber cometido delitos de intromisión ilegítima en el honor y en la intimidad por los detalles revelados en la revista “Sorpresa” y pedía una indemnización de 3.000 euros.

Los magistrados de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo han decidido absolver a Zaldívar al entender “la personalidad pública” de Pantoja y “los propios usos personales en torno a su vida privada” (la venta de exclusivas a las revistas del corazón) “excluyen en el presente caso la intromisión en su derecho a la intimidad”.

“En el personaje de proyección pública, la protección del honor disminuye, ya que la persona que acepta su carácter público, acepta también los riesgos que ello conlleva”, señala la sentencia del Alto Tribunal.

Por lo tanto, los magistrados consideran que los detalles revelados por Zaldívar de la relación entre Pantoja y Muñóz no pueden ser considerados “aspectos íntimos o reservados”, ya que la propia artista renunció a esta condición “por propia voluntad” al adoptar “pautas de comportamiento relativas a su vida personal y sentimental que permiten entender que los despojó del carácter privado”.

En consecuencia, el tribunal estima el recurso presentado por Zaldívar y anula la sentencia dictada en noviembre de 2005 por la Audiencia Provincial de Madrid, que condenó a la ex mujer de Julián Muñoz y a la empresa editora de la revista “Sorpresa” a indemnizar a Pantoja con 1.500 euros. Además, el Tribunal Supremo condena a Pantoja pagar las costas del proceso.