Así lo declaró a Servimedia Adrián Vivas, presidente de CSI-F en el sector educativo, quien lamentó que el Ejecutivo haya "dado la espalda" al profesorado al no haberlo tenido en cuenta en la redacción del borrador de la norma.

Pero, a su entender, no son los docentes los únicos agentes implicados que se han quedado al margen de la reforma legal, que cuenta con el rechazo de "toda la comunidad educativa" y que, si no se enmienda en el trámite parlamentario, no se librará, seguramente, de más movilizaciones.

A este respecto, Vivas quiso confiar en que la norma mejore a su paso por las Cortes, porque, dijo, ahora "tiene muchísimas carencias" y "sigue pecando de lo que pecaba antes".

Si no es así, finalizó el representante de CSI-F en el ámbito de la educación, es decir, si la ley que salga del Parlamento no es sustancialmente diferente al borrador actual, tendrá "muy poco recorrido". Resistirá, vaticinó, no lo que dure el Gobierno, sino únicamente lo que aguante el actual ministro del ramo, José Ignacio Wert, al frente del departamento.