Así se expresa esta fundación en un comunicado en el que explica que ayer lunes, de forma previa a la prohibición de Fomento, comunicó a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) su decisión de suspender las demostraciones en vuelo de junio y julio, con lo que las exhibiciones no se retomarían hasta septiembre.

En este periodo, sin actividad, la fundación quiere recopilar toda la información posible, ayudar a esclarecer los hechos e iniciar un proceso interno de análisis de sus procedimientos operativos que, aun viniendo avalados por más de 25 años de ejecución sin el menor incidente, siempre son susceptibles de revisión para aumentar los márgenes de seguridad.

Su intención es recuperar la actividad normal en el mes de septiembre, de no haber otra medida cautelar que le obligara a ampliar el plazo.

Por otro lado, explica que está colaborando con la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación civil (Ciaiac), con el fin de establecer las causas del accidente. Por último, aprovecha el comunicado para “agradecer las múltiples muestras de apoyo, cariño y solidaridad recibidas”.

El pasado 5 de mayo, durante una de esas exhibiciones, se produjo un accidente de uno de los aviones causando la muerte del piloto y heridas a otras 18 personas.