Para Jyrki Raina, secretario general de dicha organización, la Unión Europea debería utilizar su influencia para alentar a las grandes marcas de ropa que se abastecen en dicho país para que alcance un acuerdo “vinculante” sobre la mejora de seguridad de las fábricas.

El dirigente sindical considera que la actual política de promoción de auditorías por parte de las empresas para identificar y remediar problemas se ha relevado como “un cruel engaño”, tanto en cuanto el auditor BSCI había certificado recientemente a las empresas que fabricaban en alguno de los pisos del Rana Plaza de Savar.

También advierten a los responsables comunitarios de que este tipo de sucesos no se deben ceñir a un tema de seguridad laboral, puesto que en el caso de que existieran organizaciones sindicales debidamente estructuradas y fuertes estarían en una posición que les permitiría negociar sobre aspectos relevantes relacionados con el lugar de trabajo.

Por esta razón, la Unión Europea debería garantizar que la libertad sindical esté presente en el cualquier acuerdo o compromiso que se alcance con el Gobierno de Bangladesh.