La operadora afirma que se está viviendo “uno de los periodos más difíciles para el sector de las telecomunicaciones en España”, marcado por “la caída del consumo, la dura competencia en el sector y por las constantes bajadas de precios”.

A pesar de las pérdidas sufridas en los tres primeros meses del año, ONO logró mejor sus ingresos en este periodo en un 4,1%, hasta alcanzar 398 millones de euros.

Esta mejora de la facturación se explica por el incremento en el sector de empresas, donde creció un 24,4%, frente al descenso del 3,9% en el apartado de ingresos residenciales.

Por su parte, el número de clientes aumentó un 4,7% entre enero y marzo hasta 4,8 millones de euros, con un aumento del 13% entre las pymes (214.000) y un retroceso del 3,9% entre los usuarios residenciales (4,05 millones).